Querido grupo 11-A,
Hoy, al mirar hacia atrás en este increíble año que compartimos, no puedo evitar sentirme abrumado por la cantidad de momentos felices que vivimos juntos. Cada día, cada clase, cada risa compartida se ha convertido en un tesoro en nuestras memorias.
La convivencia que experimentamos fue más que especial; fue chévere, única e inolvidable. Desde el concurso en el que nos esforzamos al máximo y conseguimos el segundo lugar, hasta la épica pijamada donde nos sumergimos en un mar de películas y risas interminables, cada evento ha contribuido a nuestra historia colectiva.
Recuerdo con cariño los emocionantes partidos de fútbol que nos llevaron a la final. El trabajo en equipo y la dedicación nos llevaron lejos, y aunque no siempre ganamos, demostramos que el espíritu deportivo y la camaradería son victorias en sí mismas.
Entre las clases, nuestros momentos de diversión fueron como rayos de sol en días nublados. Riendo, jugando y compartiendo experiencias, construimos lazos que van más allá del aula.
No puedo dejar de mencionar los momentos estresantes que también enfrentamos juntos. Las pruebas, los proyectos y los desafíos a veces nos hicieron sudar, pero con determinación y apoyo mutuo, superamos cada obstáculo que se cruzó en nuestro camino.
Por último, quiero expresar mi más profundo agradecimiento. Gracias por ser buenos compañeros, por estar siempre allí unos para otros, por compartir risas y alegrías, por ser una fuente constante de inspiración y apoyo. Este año ha sido inolvidable gracias a cada uno de ustedes.
Mientras nos despedimos de este capítulo, recordemos que la amistad y los recuerdos que hemos creado son tesoros que llevaremos con nosotros en nuestro viaje hacia el futuro. Sigamos creciendo, aprendiendo y compartiendo la vida juntos.
¡Grupo 11-A, son extraordinarios! Gracias por este increíble año juntos.
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